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Pie de moras.

20 oct 2019






Reconozco que hace siglos que quería hacer un pie de moras. 

Si sois más o menos de mi quinta, recordaréis aquellos dibujos animados en los que la señora de la casa ponía a enfriar los pasteles en la ventana y la pobre mofeta levitaba desde el bosque solo con el olor que desprendían. 

Creo recordar que a Minnie también la he visto hornear pies alguna vez. 




Cuando es temporada de moras nos encanta salir toda la familia cargados con cestos para ir a recogerlas. Tenemos suerte que cerca de casa hay bastantes sitios para ir a recogerlas. Aunque este año las avispas nos lo pusieron difícil, parte de su botín se vino con nosotros. 

Cuando llegamos a casa, las trio, las limpio y si hay mucha cantidad, una parte las destino a mermelada y siempre congelo el sobrante para cuando ya no hay en el campo. 

Así que esta vez no lo tenía difícil, solo ha sido cuestión de abrir el congelador para cogerlas, sin ni siquiera necesidad de descongelarlas. 

Te apetece pie de moras?? Apunta...:








Para la masa: 

300 gr de harina 
100 gr de mantequilla fría cortada a cubos pequeños
30 gr de azúcar 
30 gr de agua fría 
1 huevo 
1 pizca de sal 

Para el relleno: 

500 gr de moras congeladas 
30 gr de maizena 
120 gr de azúcar 
1 cucharada de zumo de limón 
1/2 cucharadita de canela en polvo 
1/2 cucharadita de jengibre en polvo 




Empezamos por preparar nuestra masa tamizando la harina en un bol grande. Añadimos el azúcar y la pizca de sal y removemos bien. 

A continuación añadimos la mantequilla y el huevo batido. Lo mezclamos todo con las manos intentando hacerlo lo mínimo posible. Quedará una especie de migas. A continuación le añadimos el agua y lo volvemos a mezclar con las manos hasta que nos quede una masa compacta donde se vean los trocitos de mantequilla. 

La envolvemos en  papel film y la llevamos a la nevera durante una hora. 

Pasado este tiempo mezclamos el azúcar, la maicena, la canela y el jengibre. Removemos bien. 

En otro bol ponemos las moras y le añadimos el zumo de limón, lo mezclamos y le incorporamos la mezcla de especies y azúcar. Mezclar bien. 

Cogemos nuestro molde de pie y engrasamos bien con mantequilla, teniendo en cuenta de hacerlo bien en las aristas para que no se enganche. 

En ese momento sacamos una de las masas de la nevera y la ponemos entre dos papeles de hornear. Amasamos con nuestro rodillo intentando que quede lo más redonda posible. Y la trasladamos al molde. Si en ese momento te cuenta mucho de manipular, vuelve a meterla unos diez minutos en la nevera para que coja consistencia. 

Cuando la volvamos a sacar, la disponemos en nuestro molde, si hace falta ayudándonos con el rodillo. Si el molde de pie tiene ondulaciones quedará muy bonito si le damos la forma con los dedos. 

La masa que nos sobra la volvemos a envolver en film y la llevamos a la nevera, ya que nos servirá para hacer el enrejado.

El molde también lo refrigeraremos unos 15 minutos antes de ponerle el relleno. 

Transcurrido este tiempo sacamos la masa sobrante y la amasamos con el rodillo en forma alargada para poder cortar tiras que nos servirán para cubrir el pie. Con la ayuda de un cortador múltiple o con un cuchillo bien afilado hacemos tiras largas. 

En nuestro molde disponemos las moras y vamos disponiendo las tiras de masa en forma de enrejado y apretando bien las tiras con la base para que queden enganchadas y no se rompen en el horneado. 

Pincelamos el pie con un poco de leche y le espolvoreamos un poco de azúcar por las tiras para que quede crujiente y con un color bien bonito. 

Lo llevamos al horno durante 50 minutos a 180 grados vigilando para que no se tueste demasiado. 

Sacamos del horno y lo dejamos enfriar. Aunque reconozco que tibio está delicioso. 

Puedes comerlo tal cual o acompañarlo con un poco de helado de vainilla. 




A disfrutar!!

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