Este no es un blog culinario, está claro. Pero a pesar de eso en mi casa comemos y siiii, incluso nos dedicamos a la repostería.
Así que este año cuando me enteré que una bolsita de buñuelos de cuaresma (unas 8 unidades) costaba unos ocho euros (en pastelería fina, eso, si!! pero ocho eurazos!!). Decidí que de este año no pasaba y me lancé de cabeza a la piscina
Por suerte está internet y esos miles de blogs que generosamente comparten su sabiduría culinaria. La de veces que me salvan la vida!!
Así que doy por supuesto que vosotros tampoco estáis dispuesto a pagar semejante barbaridad (y que conste que entiendo que en la pastelería tienen que pagar muchísimas cosas!!) y por eso vengo dispuesta a compartir la receta de estos superbuñuelos de cuaresma riquísimos de la muerte.
Ingredientes:
125 ml de agua
125 ml de leche
110 grm. de mantequilla
150 grm. de harina
3 huevos
un pellizquito de sal
un pellizquito de azúcar
azúcar para rebozarlos.
aceite de girasol para freír.
Poner en un cazo (a fuego medio) el agua, la leche, la mantequilla, un pellizco de sal y un pellizco de azúcar. Cuando esté hirviendo echar de golpe la harina y remover durante dos minutos. Vereis que la masa se despega totalmente del cazo y se engancha en la cuchara.
Dejar entibiar. Luego añadir los huevos de uno en uno. No añadir el siguiente hasta que el anterior esté totalmente integrado a la masa.
Ahora es el momento de poner el aceite a calentar en un cazo, que tenga un poco de profundidad, para utilizarlo como si fuera una freidora.
Yo puse un colador en un bol y luego un plato con un papel absorvente, para retirar todo exceso de aceite.
Si tenéis manga pastelera, es hora de sacarla, sino pues como se ha hecho toda la vida con un par de cucharillas y de cabeza al aceite.
No hace falta que le deis la vuelta porqué ellos solitos lo hacen.
Cuando estén tostaditos los ponéis en el colador y luego en el papel absorvente. Y cuando se han enfriado un buen bañito de azúcar.
Recién hechos están deliciosos (mis hijos se comieron una bandeja, ellos solos!!!!), crujientes por fuera y suaves por dentro. De un día para otro no están mal, pero la humedad de Barcelona hace que se queden más blanditos y parecen más buñuelos de l'Empordà, pero igualmente buenos.
Consejo: freír los buñuelos a fuego medio bajo. Yo la primera tanda los hice a fuego fuerte y parecían cerdos verugosos, llenos de burbujas por todas partes y quedaban demasiado crudos por dentro!!.
Bon profit!!
Besos.
I.
Inéssss pero que buenos te han quedado¡¡¡¡ Ya te veo que en breves te pica el gusanillo y nos llenas el blog de recetas para tus dos peques. Las fotos preciosas llenas de luz.
ResponderEliminarPor cierto ¿que son los buñuelos de L´Ampurda??.
Bss
Virginia "sweet and sour"
Virginia!! es que aunque no publique nunca recetas en casa somos muy cocinillas y a mi me encanta la repostería. Lo que pasa es que viendo vuestros blogs, pues me da pereza!! Además con los tragaldabas que tengo yo en casa, como que no los veo yo esperando a que su madre haga fotos!!
ResponderEliminarLos buñuelos de l'Empordà son iguales que los buñuelos de viento, pero a la masa se le añade levadura de panadero y semillas de malalahuva (anís verde). Son como más espesos.
A mi me encantan los dos pero los de viento son mi perdición.
Ya me los están pidiendo rellenos, jajaja.
Besos.
I.
hola ines
ResponderEliminarcerdos verugosos, por dios!!! que risa y que pintaza tienen... pues en el cole de mi hijo siempre nos piden que hagamos alguna comida tipico de cuaresma y un año los hice pero me quedaron fatal, chafados, no conseguí esa formita redonda que tu le has dado, además como tu bien dices de un dia para otro pierden su gracia y no veas, no habia quien se los comiera, jajajaja...
Pues no se Imma, tal vez quedaron muy líquidos!?!?!!? Yo no le hice nada para darle la forma. Según salían de la manga pastela, los echaba a la sartén. Desde luego son para comerselos al momento, luego ya no es lo mismo.
ResponderEliminarBesos.
I.
Gracias Inés , los voy hacer , ya te contaré como me han salido, aunque no soy muy buena lo voy a intentar.
ResponderEliminarUn beso desde el pirineo