Recuerdo los dulces que se hacían en casa de mi abuela. Porqué mi madre cocinaba muy bien, pero nunca le gustó la repostería.
De la cocina de mi abuela salían rosquillas, pestiños, flores ...
Conforme fue creciendo mis gustos cambiaron. Durante tres años trabajé en una pastelería para sacarme unos dinerillos.
Y fue cuando empezó mi devoción por el chocolate, la nata, la crema ... y de eso a los pasteles más sofisticados.
Pero desde hace un tiempo solo me apetece probar cosas nuevas, volver un poco a las raíces. Frutas, frutos secos, hortalizas ...
Supongo que cada vez simplificamos más nuestras vidas y buscamos cosas menos elaboradas. Y sobre todo con productos de temporada, nada de tener que ir peregrinando de tienda en tienda buscando un ingrediente que ni siquiera sabes como se pronuncia
Ingredientes para la base:
160 gr de harina
120 gr de mantequilla fría
60 ml de suero de leche (leche y limón)
1/2 cucharadita de sal
Para empezar prepararemos nuestro suero de leche, ya que no suelo comprarlo nunca.
Ponemos nuestros 60 gr de leche y le añadimos dos cucharaditas de zumo de limón. Mezclamos y lo dejamos reposar diez minutos. La leche se cortará y creará grumos.
En un bol aparte mezclamos la harina con la mantequilla y la sal. desmenuzamos y ligamos la mezcla, hasta que la masa quede unida. Le vamos añadiendo poco a poco el suero de leche, cucharada a cucharada, hasta que consigamos una masa ligada. Es posible que no necesitemos todo el suero.
Pasamos la masa a una superficie enharinada y la amasamos durante un par de minutos. La entendemos con el rodillo y la colocamos en nuestro molde con mucho cuidado ya que es muy frágil. Si se rompe, la podemos recomponer cuando ya esté colocada en el molde.
La cubrimos con film y la llevamos a la nevera durante mínimo media hora y si queréis hasta el día siguiente.
Ingredientes para el relleno:
120 gr de mantequilla a temperatura ambiente
140 gr de azúcar moreno
180 gr de almendra en polvo
2 huevos + 1 yema
2 cucharaditas de extracto de vainilla
1/2 cucharadita de sal
3 peras cortadas en rodajas finas
caramelo salado (o caramelo normal, lo que tengas en casa)
Precalentamos el horno a 180 grados.
En un bol batimos la mantequilla y el azúcar moreno hsta que esté esponjosa.
Añadimos los huevos de uno en uno, batiendo bien hasta que esté totalmente integrado, entonces añadimos el siguiente. Incorporamos también el extracto de vainilla.
Añadimos la almendra en polvo y la sal. Mezclamos y reservamos.
Lavamos y cortamos nuestras peras en rodajas de dos centímetros de grosor y las llevamos a una sartén con una cucharada de mantequilla. Las pasamos durante dos minutos, ya que no deben quedar demasiado blandas. Le añadimos un par de cucharadas de caramelo y apagamos el fuego.
Sacamos nuestra base de la nevera y extendemos el relleno. Colocamos las peras como más nos guste y le ponemos por encima el líquido que nos ha quedado de cocer las peras.
Lo llevamos al horno durante unos 40 minutos, o hasta que la superficie esté dorada.
Lo dejamos enfriar y lo servimos con el top ping de galletas y helado de vainilla.
No me he olvidado del topping de galletas!!
Ingredientes:
5 galletas digestive
1 cucharada de mantequilla
2 puñados de avellanas
caramelo salado.
Estos ingredientes son un poco a ojo, ya que varía según los invitados que tengas, o de lo golosos que sean es casa. El caso es que nunca sobra!
En una sartén calentamos la mantequilla, mientras en un mortero reducimos a migas las galletas. No hace falta que sean perfectas, es bueno que queden trozos del tamaño de un guisante.
Añadimos las galletas machacadas a la sartén y las dejamos dorar. Añadimos las avellanas (algunas partidas, otras enteras). Las dejamos dorar unos tres o cuatro minutos, removiendo para que no se peguen.
Ahora le tiramos un poquito de caramelo... y ya tenéis el topping más increíblemente bueno del mundo!!
Inés
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