Ya estamos de vuelta, un año más.
Los meses pasan volando y si son de vacaciones ni os cuento. No se, se me han escurrido los días entre los dedos igual que la arena de la playa.
Ahora es cuando se supone que empieza el mes de los propósitos y de las nuevas metas, pero para mi realmente es un mes de adaptación. De volver a la normalidad, de volver a ponerse zapatos y dejar de ir descalzos a todas partes. De volver a las agendas y a las listas de cosas pendientes. Y como no de volver al colegio.
Fin a la libertad.
Pero no nos vamos a quejar, ya que hemos empezado el mes con un par de escapadas a la montaña y este sábado tenemos un plan de lo más apetecible.
Nos vamos de vendimia.
Desde que tenemos casa en el pueblo hemos intentado que los niños vean de cerca las cosas que se pierden en la ciudad. Y yo tenía muchas ganas de que pudiéramos ir a vendimiar.
Así que este sábado vamos a recoger uvas y ha pisarlas después. Ya os contaré.
Ahora os cuento como hacer este delicioso pastel:
Ingredientes:
- 300 gr. de harina
- 300 gr. de azúcar
- una cucharadita de bicarbonato
- una cucharadita de canela en polvo
- dos cucharaditas de pasta de vainilla
- una pizca de sal
- 100 gr. aceite de oliva
- 3 huevos grandes
- dos plátanos maduros
- 200 gr. de piña en almíbar
- 80 gr. de nueces
- 80 gr. de coco rallado
Ingredientes para el frosting:
- 400 gramos de mantequilla
- 400 de queso Philadelphia
- 300 gr. de azúcar glas
Opcionalmente, coco en escamas, tostado.
Antes de empezar a hacer nada es importante, además de precalentar el horno, tener todos los ingredientes preparados. No es un pastel muy difícil de hacer, pero si entretenido.
Picamos las nueces. Chafamos los plátanos. Y cortamos y escurrimos la piña. Y dejamos la mantequilla y el queso Philadelphia fuera de la nevera para que a la hora de trabajarlo esté a temperatura ambiente.
En un bol mezclamos todos los ingredientes secos: la harina, el bicarbonato, la canela y la sal y removemos bien hasta que esté totalmente integrado.
En otro bol mezclamos el aceite, los huevos, el azúcar y la pasta de vainilla y removemos bien. Añadimos el plátano y volvemos a remover hasta que esté integrado. A continuación añadiremos las nueces y después el coco rallado. No incorporaremos nunca un nuevo ingrediente, hasta que el anterior no esté totalmente integrado el anterior. Finalmente añadimos la piña.
Ahora, y por tandas, iremos añadiendo la mezcla seca a la líquida. Vamos removiendo con cuidado hasta que esté totalmente integrado.
Para este pastel he utilizado dos moldes de 15 cm, previamente engrasados y enharinados para que luego no se nos peguen nuestros bizcochos.
Repartimos nuestra mezcla en los dos moldes y los llevamos al horno durante unos cuarenta y cinco minutos. Os recuerdo que para aseguraros que esté totalmente cocido hagáis la prueba con un palillo.
Los sacaremos del horno y los dejamos enfriar diez minutos. Pasado este tiempo lo sacamos del molde y lo dejamos enfriar totalmente sobre una rejilla.
Mientras que acaba de enfriarse, preparamos nuestro frosting.
En un bol mezclamos la mantequilla, el azúcar glas y el queso Philadelphia. Batimos bien con una batidora.
En este caso corté los copetes de los bizcochos pero no hubo necesidad de partirlos por la mitad.
Rellenamos las capas con la crema de queso y le ponemos una capa superior finita. Lo llevamos a la nevera por diez minutos para que se fije la primera capa.
Pasado este tiempo volvemos a sacarlo y le damos el grosor de frosting que nos apetezca.
Y si podéis decorarlo con las escamas de coco tostado ya sería de lujo!!
Os aseguro que tras un día de playa no hay nada que apetezca más que un buen postre.
Aunque si venís de la montaña seguro que tampoco le hacéis ascos!!
Espero que os guste.
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