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Pastel de naranjas sanguinas confitadas y frosting de mascarpone

29 ene 2019



Me cuesta mucho la fruta de invierno. Echo mucho de menos las fresas, la sandía, el melón ... pero los cítricos, aiiiisss los cítricos. Ellos me salvan el invierno. 



La de variedad que hay y la de salidas en recetas tanto dulces como saladas. En el blog tenéis la receta del bundtcake de mandarinas , y ahora vamos con la receta del pastel de naranjas sanguinas confitadas, que no es difícil de hacer, pero tiene varias elaboraciones. Puedes hacer las naranjas confitadas días antes y así repartir un poco el trabajo. 




Ingredientes:

Naranjas confitadas

3 naranjas sanguinas bien limpias
400 gr de azucar
200 gr de agua
una cucharada de sal


Bizcochos

170 gr de harina de trigo
70 gr de harina de garbanzo
2 cucharaditas de levadura en polvo
una piza de sal
ralladura de dos naranjas sanguinas
200 gr de azúcar moreno
175gr de mantequilla a temperatura ambiente
3 huevos
1 cucharadita de extracto de vainilla
50 gr de zumo de naranja sanguina
90 gr de nata para montar.

Frosting de mascarpone

500 gr de queso mascarpone
200 de nata para montar
una cucharadita de extracto de vainilla
180 de azúcar glas (si te gusta más dulce puedes añadirle más cantidad)
Pistachos para decorar




Vamos primero con las naranjas confitadas. 

Lavamos las naranjas a fondo. Las cortamos en rodajas, vigilando que no queden muy finas o se romperán fácilmente cuando las lavemos o cuando hiervan. 

Las colocamos en una cazuela con agua y la cucharada de sal. Las hervimos durante un minuto, para quitarle el amargor. En mi caso tuve que repetir la operación, ya que al probarlas todavía no estaban dulces del todo.

Las sacamos del agua y las pasamos por agua fría, con mucho cuidado, ya que si les cae el agua directamente podrían romperse. 

Las volvemos a poner en una cazuela con el agua y azúcar.  Las dejamos durante una hora y cuarto a fuego bajito, las podemos ir moviendo un poquito, pero solo moviendo la cazuela por el asa, ya que si usamos una cuchara podrían romperse. 

Ya tendremos nuestras naranjas confitadas. Las ponemos a escurrir para usarlas de inmediato o las puedes conservar en  su almíbar en un bote hermético de cristal en la nevera.






Elaboración de los bizcochos.

Precalentamos el horno a 180 grados.

Engrasamos bien el molde y lo cubrimos con papel de hornear. Lo reservamos.

En un bol ponemos el azúcar moreno y la mantequilla y batimos hasta que esté esponjoso, mas o menos cuatro minutos.

Añadimos los huevos de uno en uno, mezclando bien antes de poner el siguiente.

Ahora es el turno del zumo de las naranjas sanguinas y la nata. Volvemos a mezclar bien.

Incorporamos la harina, la levadura, la ralladura de las naranjas, la sal y la cucharadita de vainilla. Mezclar hasta obtener una pasta homogénea

Disponemos la masa en nuestro molde engrasado y horneamos unos 45 minutos. vigilando siempre ya que no todos los hornos son iguales. Pinchad un palillo para ver si sale limpio y sabremos si está totalmente cocido.

Lo sacamos del horno, lo dejamos entibiar en el molde. Lo desmoldamos y lo dejamos que acabe de enfriar encima de una rejilla.



Frosting de queso mascarpone

Ponemos en un bol el queso y la nata (lo más fría posible), la cucharada de extracto de vainilla y montamos. Cuanto vayamos por la mitad, añadimos el azúcar glas y seguimos montando hasta que tenga la textura perfecta.



Para montar el pastel, solo hay que cortarlo con una lira para igualarlos en su medida. 

En este caso he utilizado el almíbar de las naranjas para emborrachar un poquito el bizcocho antes de ponerle el relleno de mascarpone y nata. 

usaremos nuestras naranjas sanguinas confitadas para decorar y unos pistachos que les da ese punto saladito que tanto me gusta. 



Espero que os haya gustado!!


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