Les Grands Buffets. Narbonne.

Os voy a ser sincera, la idea que yo tenía de un buffet, era una imagen congelada en el tiempo. Tal vez a finales de los ochenta.

Platos repletos de patatas fritas, croquetas, empanadillas y alguna ensaladilla de dudosa calidad. Con razón desde los ocho años no me apetecía lo más mínimo revivir esa experiencia.

Pero cuando gracias a Tryptic Comunicacio me ofreció la posibilidad de visitar Les Grands Buffets en Narbonne sabía que tenía que volver a darle una oportunidad a este tipo de restaurante. Y es que había oido infinidad de comentarios positivos. 

Gracias a Renfe-SNCF te plantas en Narbonne, desde Barcelona, en dos horas exactas. Un lujo de viaje en el que puedes disfrutar de los cómodos vagones con wifi. Olvidarte del coche por un día se agradece. Además Narbonne no es la única ciudad que está conectada, Paris, Marseille, Lyon o Toulouse a tiro de piedra!

Cuando llegas a Les Grands Buffets lo primero que te sorprende es la magnifica decoración que te transporta a tiempos pasados, a las grandes mansiones de antaño. Para los locos de los props como yo es una auténtica locura. Una magnifica colección de plata y de moldes de cobre te reciben para que ya desde el principio tengas idea de lo que te espera. Carros de servicio, espejos, lámparas de cristal y obras de arte por todas partes.

Y que deciros del servicio a la "francesa". Con lo que me gusta a mi una buena mesa. Manteles de algodón, servilletas bordadas, candelabros, decantadores, servicios de plata ...

Después de esta primera impresión puedo de aseguraros que todas mis opiniones  preconcebidas desaparecieron.

El buffet está organizado por secciones y la más impresionante de ellas es la de los quesos. Les Grands Buffets ostenta el récord Guinness por tener la mayor variedad  en un restaurante, y es que son 111 clases diferentes. 

Una locura, para los amantes del queso!! Intentar decidirse entre El Reblochón, el Camembert, el Brie, el Roquefort, Comté, Cantal, Rodin, Régalis .... además hay una representación internacional entre los que se encuentra España (Machego y Cabrales), Suiza (Tête de Moine), Inglaterra (Stilton), italia (Gorgonzola, Pecorino ...) Grecia (Feta, Ladotiri ...) y Holanda (Gouda al comino). 

Todos los quesos tienen etiquetas con su potencia de sabor, para que una vez los lleves a la mesa puedas comerlos de los más suaves a los más fuertes, y siempre, como nos aconsejó Mr. Privat (director del restaurante) acompañado de champagne para limpiar la boca entre queso y queso.

La zona de los embutidos, ensaladas, patés en croute, jamones... y una de mis zonas preferidas, el apartado del foie. Nueve clases diferentes: micuit de pato, foie con pimienta, con pimienta vasca, termina de foie micuit con higos, al moscatel de Risvesaltes, a l'armagnac ... solo con esto ya hubieses sido feliz.

Pero aun hay más, mucho más en realidad.

La zona de los mariscos es otro pedacito de cielo. La fuente de bogavantes, los mejillones, cangrejos de mar, almejas, bueyes de mar, langostinos ... y mis preferidas Las Ostras!! Y es que toda la zona del sudeste francés que da al mediterráneo son productores de ostras y os puedo asegurar de primera mano que son todas una delicia.

Y sin olvidarnos del salmón en varias preparaciones: ahumado, al eneldo, gravlax...

Si eres capaz de acabar con el primer plato, puedes volver a los bufetes a por la segunda ronda, porque es totalmente a voluntad.

Tendrás que elegir, o no, entre dos opciones. La zona de cocina tradicional con platos populares, de la abuela, que nos esperan en las cazuelas bien calientes para que los podamos disfrutar: ancas de rana, estofados, ratatouille, jabalí encebollado, blanqueta de ternera, callos ...

O la zona de rôtisserie donde os esperan rodaballo, turnedós con foie, langosta con salsa americana, steak tartar, vol-aux-vent de colmenillas y mollejas, magret de pato, cochinillo, magret de pato, hígado de tenera .... 

Todo ello regado con 70 referencias de vinos y champagne servido a precio de bodegas. Vinos que en Paris se puede pagar a 200 euros en Les Grans Buffets podremos probarlos a 25 euros la botella. 

Esto se traduce, que durante nuestra visita que fue un martes, en una sola sala 11 mesas estaban comiendo con champangne. Y es que esta es la filosofía del Sr. Privat, director de restaurante, cualquier día, es un día de fiesta!!

Y como cualquier día de fiesta no pueden faltar los dulces!! y que os voy a decir yo de los dulces!! 

Nos dejaron entrar en sus cocinas y compartir con sus maestros pasteleros los trucos y secretos que utilizan a la hora de crear los miles de macarons que salen de sus cocinas cada mes. 

Pero no solo de macarons vive el hombre (ni la mujer!!) eclaires, Paris-Brest, Saint-Honoré, babas al ron, manzanas bio caramelizadas, crepes Suzette, mousse de chocolate, arroz con leche, tarta tatin, y la maravillosa fuente de chocolate ... 

En definitiva una gran experiencia!! Deseando volver con mejor tiempo para disfrutar de una comida en su jardín rodeada de obras de arte.

Gracias a Les Grands Buffets, a RENFE SNCF, a Tryptic comunicación y a María Luis por hacer de un martes un día de fiesta !! y a mis compañeros de viaje, por supuesto!!