Me encanta conocer restaurantes nuevos. Pero también me gusta muchísimo volver a restaurantes donde he comido bien y me han tratado aún mejor.
Así que cuando me volvieron a invitaron para visitar Les Grands Buffets, con motivo de la inauguración de los nuevos espacios, no pude negarme.
Volver a este restaurante es como volver a casa. Nos tratan siempre tan bien que te quedarías a pasar unos días.
A causa del covid, como todos los restaurantes, han tenido la obligación de cerrar. Ese tiempo ha sido un período bien aprovechado. No solamente han adecuado todo el local según las normas anticovid (mamparas de separación entre mesas, gel hidroalcoholico por todas partes, toma de temperatura a la entrada ...) sino que también han apostado por incorporar nuevas salas a las ya existentes. Si antes era impresionante, ahora definitivamente te deja sin palabras.
Tuvimos la suerte de poder comer en el nuevo Salon Doree. 18.000 hojas de oro, ilustraciones de las fábulas de La Fontaine, una colección de porcelana excepcional, unas lámparas de cristal espectaculares, espejos dorados.... Solo falta añadir el servicio a la francesa, donde se cuida hasta el extremo la presentación de la mesa: manteles de algodón, servilletas bordadas, cubiertos para pescado, servicio de plata, decantadores ... todo ello te transporta a los palacios del pasado. Para mi, que toda esta liturgia me encanta, y el preparar mesas es un hobby, es como entrar en el paraíso.
¿Y qué mejor manera de empezar la visita que con una degustación de quesos a la francesa? Maridar quesos con el champangne sirve para limpiar la boca y poder disfrutar de cada uno de los sabores que nos ofrecen los quesos que elijamos. Esto nos lo explico el Sr. Privat dueño-fundador de Les Grands Buffets. Además lo hicimos de una manera de lo más divertida, ya que tuvimos que intentar adivinar los quesos que nos ofrecieron con la ayuda de unas tarjetas, y os puedo decir que a parte de cuatro o cinco que tenía muy claros porque ya los conozco el resto me resultó bastante difícil.
Pero este salón solo era la primera sorpresa que nos tenían reservada. El nuevo espacio Le Grand Glacier à l'ancienne y el carrito de plata de las crepes Suzette flambeadas es el lugar donde tenéis que venir a buscarme si alguna vez desaparezco!! melocotón Melva, peras Bella Helena, profiteroles, irish coffee ... Unido a unas crepes Suzette flambeadas en el momento. Es o no como para perderse en este rincón?
Se ha añadido también unas espectaculares mesas de servicio en el gran asador panorámico. En ellas se sirven nuevas recetas, tradicionales de la gastronomía francesa, que se han incluido en la amplia oferta de Les Grands Buffets. Costilla de ternera Simmenthal, cordero lechal, cochinillo lechal ... y el espectacular Canard au sang (pato a la sangre) para el cual se adquirió hace unos años la prensa de pato del renombrado restaurante parisino "La Tour d'Argent". Os puedo confirmar que es uno de los mejores platos de pato que he comido en mi vida, y soy fan del pato en cualquiera de sus versiones.
A continuación hicimos una visita por todo el restaurante, volviendo a disfrutar de la Tente d'apparat y su magnífico mapa del antiguo Canal du Midi, su espectacular lámpara de cristal y múltiples tapices antiguos, además de su jardín vertical ...
La sala Ann Carrington y sus obras de arte en plata, la colección en plata de servicios de mesa, los decantadores y jarras de colección, la pintura "nature norte aux legues et cucurbitacés"...
La sala Max Le Verrier y sus esculturas, los apliques en broce dorado, los gramófonos, la colección de carros de plata ...
La galeria Alain Bellanger con el tenedor de plata más grande del mundo...
El jardín, la colección de sartenes de cobre, su colección de botellas de vino, la báscula automática del siglo pasado ...
Y terminamos la visita en las cocinas, disfrutando con los maestros pasteleros en el arte de preparar los macarons.
Si ya es díficil que no nos afecte el síndrome de Stendhal con tantas maravillas por ver, llega el momento de decidir que comer.
Y no creáis que es fácil no, porque elegir entre tanta variedad se hace de lo más difícil. Esta es mi segunda visita a Les Grands Buffets y no quería repetir ningún plato, ya que tenía la oportunidad de seguir probando cosas nuevas. Las ostras y el foie no cuenta como repetición!!
Hay una variedad de 111 quesos de todo el mundo (récord Guinness del surtido de quesos más grande del mundo), su cascada de bogavantes, los foie, los jamones, el buey, el cochinillo, el pato a la sangre los platos tradicionales (el civet de jabalí, las ancas de ranas, los riñones a la salsa de Madeira...). Y la oferta sin fin de la rostisería: tournedos Rossini, vieiras, bogavantes, volovants, foie ...
Todo ello servido con vinos y champagnes a precio de productor. Además si el vino que tomas para la comida te gusta puedes llevarte una caja de seis botellas y la que has consumido durante el servicio en mesa te será obsequiada.
Y para rematar que os parece si elegimos entre los más de 50 postres que se realizan cada día: macarons, eclairs, paris-brest, babá al ron, manzanas al horno ... y las nombradas crêpes y los postres de le Glacier!
Os cuento todo lo que he probado. Para empezar un poco de marisco y pescado: deliciosas ostras (de la zona de Sète), cuatro variedades de salmón ahumado y cangrejo. Un poco de foie, como no, hay versiones para todos los gustos y a cual más buena.
De platos principales, compartidos para poder probar más cosas, fueron: pato a la sangre (delicioso y tierno, con una salsa llena de sabor), liebre a la royal (muy buena y consistente), los caracoles a la borgoñesa (espectaculares!!), también probé la ostra gratinada, los huevos poché con brioche, las tortilla de huevos bio con boletus.
Ostra gratinada
Tortilla de huevos bio con boletus.
Y para terminar un surtido de pasteles y de quesos (encantada con el brie trufado).
Toda una experiencia digna de repetir.
Además los traslados hasta Narbonne, como siempre, cortesía de Renfe sncf. En menos de una hora el trayecto desde Figueres. Si vas desde Barcelona no llega a dos horas. Es una manera cómoda de viajar y perfecto para no tener que conducir después de una comida pantagruélica.
Os dejo aquí el post de mi visita anterior a Les Grands Buffets, por si apetece saber un poco más.
Y ya solo me queda agradecer a Les Grands Buffets, a Renfe sncf y a Tryptic Comunicació por un día maravilloso!!
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