Cuando yo era pequeña, en las tiendas, casi todos los huevos que habían eran blancos. Así que cuando tenías que hacer trabajos manuales en la escuela con huevos era fácil.
Ahora todos los huevos son morenos, y supone una odisea encontrarlos blancos. Por suerte en los mercados aún quedan puestos que los venden.
Y es que hace tiempo que iba a la búsqueda y captura de huevos blancos para teñirlos con ingredientes naturales, de esos que siempre tenemos por la cocina.
Anteriormente los pintaba, o los forraba con papel, incluso en alguna ocasión los había teñido con colorantes alimentarios.
Pero esta vez quería experimentar, y tras investigar un poco, nos hemos lanzado aprovechando que los niños están de vacaciones. Es una buena manera de tenerlos entretenidos.
Si queréis pasar un rato entretenido, tomad nota!
Ingredientes:
Huevos blancos
agua
vinagre de manzana
remolacha
arándanos
col lombarda
menta y espinacas
piel de cebolla (rojas y amarillas)
un palillo
un cuchillo de punta
Antes de empezar, os cuento que mucha gente cuece primero los huevos y luego los tiñe. Es más fácil y queda mejor. Pero la verdad es que prefería aprovechar los huevos y utilizarlos para otras recetas.
Así que con mucho cuidado tenemos que hacer un agujero en ambos extremos del huevo (en vertical) y con el palillo (introducido dentro del huevo) pinchamos la yema. Y soplando por uno de los extremos, nos saldrá el huevo por el otro. Todo esto con una delicadeza extrema, porque si no os podéis imaginar que se os romperá.
Los lavamos, los secamos y los reservamos.
Ahora llega la hora de hacer los tintes naturales. He sado el mismo método para todos. La misma cantidad de ingredientes que de agua. En mi caso era una taza de agua y una taza de arándanos (por ejemplo). Lo llevas a un cazo y esperas a que hierva. Más o menos los he dejado todos entre unos 10-15 minutos para que el agua se tiñera. En el caso de los arándanos, la col y la remolacha, cuando llevaba un poquito hirviendo he triturado bastamente los ingredientes para que soltaran más pigmento. Antes de sacarlo del fuego le añadiremos una cucharada de vinagre blanco.
Lo dejas enfriar y lo cuelas. Lo disponemos en varios botes, con el nombre de cada uno e introducimos los huevos. Pensad que al estar vacíos flotan, y por lo tanto o le ponéis un peso encima o tenéis que ir girando los botes para que se tiñan los más uniformemente posible.
Como veis en las fotos hay algunos muy oscuros, que han estado casi 24 horas y otros más claros que solo han estado unas tres horas.
Nos hemos enamorado de los lilas y azules que hemos conseguido con los arándanos y con la col lombarda.
Probadlo!! cuanto menos es una divertida actividad para hacer con los niños!!
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