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Mermelada albaricoque y lavanda.

19 jul 2020



No hay nada como tener vecinos generosos!! y más si tienen arboles frutales.

Ese año y a causa del confinamiento, hemos tenido más relación con los vecinos. Que si ahora te llevo un brioche recién hecho, que si te llevo cerezas, un poco de bizcocho de ciruelas, una bolsa llena de laurel .... y una bolsa gigante de albaricoques a los que teníamos que dar salida porque la cantidad de lluvia de esta primavera no les había hecho ningún bien.

Y a mi que me encanta tener la despensa llena de botecitos llenos de sabores de verano en invierno, no lo dudé, la mayor parte de esos kilos de fruta se iban directamente para hacer mermelada.






Pero no una mermelada cualquiera, sino una deliciosa e increíble mermelada de albaricoque con lavanda.

Venga que os cuento como lo hago yo, por si os animáis!!

1 kg de albaricoques lavados y deshuesados
400 gr de azúcar moreno
1 cucharada de flores de lavanda
Medio limón



En primer lugar tendremos que esterilizar los botes. Para ello los llevamos a ebullición en una olla con agua que los cubra, sobradamente, durante 15 minutos (las tapas incluidas). 

Una vez transcurrido ese tiempo,  los dejamos enfriar dentro de la olla. A continuación los dejamos escurrir, boca abajo,  sobre un trapo limpio. Secamos bien con papel de cocina.



Ahora vamos a por la mermelada. Unas horas antes ponemos nuestros albaricoques troceados, limpios y deshuesados en un bol, junto con el azúcar moreno y el medio limón. De esta manera el azúcar se irá deshaciendo con los jugos de la fruta. Incluso podéis hacerla preparación y dejarla en la nevera toda la noche antes de hervirla.

Pasado ese tiempo, llevamos la fruta a una olla y la llevamos a ebullición. Llegado a este punto bajamos a fuego medio y añadimos las flores de lavanda. Cocemos durante unos 20 minutos. Se que hay termómetros para saber en que momento está preparada la mermelada, pero en mi casa siempre hemos utilizado la prueba del dedo. Para ello ponemos una cucharada de mermelada en un plato y paso el dedo por medio. Si los extremos de la mermelada no se vuelve a juntar es que ya está hecha.

En este momento, retiramos el limón y si no te gusta encontrar trozos muy grandes de fruta, de triturarla. Pero no en exceso, solo para que se hagan trozos pequeños.



Una vez tenemos la mermelada, la pasamos a nuestros botes.

A mi no me gusta hacer botes demasiado grandes, para que una vez abiertos en la nevera no se nos ponga malos. Ya que al llevar poca azúcar no se conservan tanto tiempo.


Con un  embudo los llenamos hasta casi el máximo y los cerramos con su tapa correspondiente. Así ya podríamos consumirlos, aunque está más rica pasados unos días, pero como a mi me gusta tenerlos durante todo el año los hago al baño María para que se cierren al vacío.

Para ello, vuelvo a poner los botes bien cerrados en una olla con agua, tiene que sobrepasar los botes. Los llevo a ebullición y a partir de ese momento calculo unos 30 minutos. Apagamos el fuego y los dejamos entibiar dentro del agua.

Los secamos y los dejamos en nuestra superficie de trabajo, boca abajo, hasta que se enfríen totalmente. De esta manera podremos tener mermelada durante todo el año.

A disfrutarla!





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