En casa cuando hay cookies todo el mundo es feliz. Y con esta versión superchocolatosa de las cookies tradicionales, no hay quien se resista.
En casa cuando hay cookies todo el mundo es feliz. Y con esta versión superchocolatosa de las cookies tradicionales, no hay quien se resista.
Ahora que parece que el otoño por fin ha llegado, aprovecharé los fines de semana que tengo más tiempo y que la factura de la luz no sube tanto, para darle por fin al horno.
Reconozco que tengo una memoria digna de estudio. A veces me doy cuenta de que recuerdo cosas de cuando era muy muy pequeña, cosas de la tele que tiene la pila de años, olores, ... y a lo mejor cosas que pasaron hace un par de años se me han olvidado.