Esa especie de lasaña que sustituye la pasta por láminas de deliciosa berenjena y con una base de patatas, coronada por una contundente capa de bechamel espesa y generosamente gratinada.
Se me hace la boca agua solo de pensarlo!!
Y es que había comido varias veces Moussaka en restaurantes de Barcelona, pero probarla en Atenas en la que se dice que preparan la mejor versión de la ciudad es otra cosa.
Así que sabía que a la que llegara a casa una de las recetas que tenía que preparar si o si era ésta. A los niños les encantó y yo he quedado contenta de añadir otro plato delicioso a mi recetario.
Apuntad si queréis probarla!
Ingredientes:
2 berenjenas
3 patatas medianas
1 cebolla
400 gr de carne picada de ternera (la receta original se hace con carne de cordero)
400 gr de tomate triturado
1/2 vaso de vino tinto
aceite de oliva
sal
pimienta
Salsa bechamel (50 gr de mantequilla, 50 gr de harina, 1l de leche)
queso parmesano
queso mozzarella
Empezaremos por lavar y cortar las berenjenas en láminas y las ponemos en un bol con agua fría y sal para que le quiten el amargor. Las dejaremos unos diez minutos.
Mientras tanto aprovecharemos para pelar y cortar a láminas nuestras patatas.
Cuando las berenjenas hayan reposado en el agua salada las sacamos y las secamos a conciencia para quitarle cualquier resto de humedad.
En una sartén con un poco de aceite y a fuego medio freímos tanto las patatas como las berenjenas. No hace falta que se doren solamente tienen que quedar blanditas.
Sacamos del fuego y las disponemos sobre papel absorbente para retirar el aceite sobrante. Reservamos.
Ahora vamos a preparar el relleno de carne.
Picamos la cebolla y la sofreímos hasta que tenga colorcito. Añadimos la carne y la salteamos hasta que coja colorcito.
A continuación añadimos el vino y lo dejamos un par de minutos para que evapore el alcohol. Añadimos la salsa de tomate y salpimentamos. Si encontramos que nos queda un poquito ácido podemos añadir una cucharadita de azúcar.
Lo dejamos unos diez minutos a fuego medio bajo, para que haga chupchup.
Mientras tanto preparamos nuestra salsa bechamel.
En una sartén ponemos la mantequilla para que se derrita y a continuación añadimos la harina. Freimos un par de minutos sin dejar de remover para que no se queme.
A continuación vamos añadiendo poco a poco la leche hasta conseguir una salsa suave y espesa. Reservamos también.
Ahora llega el momento de montar la moussaka.
Ponemos una primera capa de patatas en el fondo de nuestra bandeja, a continuación una capa de berenjenas. Añadimos la carne y apretamos un poco con el fondo de la cuchara.
Repetimos las capas de carne y berenjena hasta que se nos acaben los ingredientes.
Como capa final, añadimos la salsa bechamel. Cubrimos con queso rallado y en mi caso le he añadido una bola de mozzarella rallada.
Llevamos al horno a 180 grados calor arriba y abajo durante unos 20 minutos. Los últimos minutos lo ponemos en función de gratinar para que nos quede bien dorada.
Y a disfrutar de cada bocado!!!
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