Puede haber algo mejor que levantarte un lunes por la mañana y tener un delicioso bizcocho casero para desayunar ??
Mira que no soy mucho de dulce, pero lo del bizcocho es que es una maravilla.
Esta semana tenemos este rico bizcocho de limón con aceite de oliva y semillas de amapola. Me encantan los bizcochos con cítricos porque siempre le dan ese extra de jugosidad.
Puedes hacerlo con el glaseado, pero también te lo puedes ahorrar y sencillamente comerlo sin él. Además así podrás congelarlo para tenerlo a tu disposición siempre que lo necesites.
Te apuntas a probarlo?
Ingredientes:
245 g de azúcar
235 g de harina
2 cucharaditas de levadura en polvo
65 g de aceite de oliva
la ralladura de un limón y medio
15 g de semillas de amapola
165 ml de leche entera
3 claras de huevo
una pizca de sal
Ingredientes glaseado:
250 g de azúcar glas
el zumo de un limón
Precalentamos el horno a 180 grados.
Engrasamos nuestro molde y forramos con papel de hornear. En mi caso he puesto la mitad de la masa en el molde y el resto en un molde redondo.
En un bol ponemos el aceite, el azúcar y la ralladura de un limón. Batimos hasta que quede una mezcla homogénea.
A continuación vamos añadiendo poco a poco la leche, y seguimos batiendo. Queda una aspecto un poco rarito pero es normal.
En otro bol tamizamos la harina y la levadura. Mezclamos y añadimos la sal. Volvemos a mezclar.
Añadimos los ingredientes secos a los líquidos en tres veces y lo mezclamos bien.
Añadimos las semillas de amapolas y volvemos a mezclar.
Ahora batiremos las claras a punto de nieve.
Cuando estén las claras montadas, las vamos incorporando a la mezcla con movimientos envolventes sin demasiados movimientos para que no se pierda el aire que hemos incorporado a la claras mientras las hemos batido.
Vertemos la mezcla en el molde que tenemos preparado y golpeamos suavemente sobre la superficie de trabajo para evitare se formen burbujas de aire.
Horneamos unos 30 minutos, o hasta que al pincharlo con un palillo salga limpio.
Sacamos del horno y lo dejamos entibiar unos diez minutos.
Transcurrido este tiempo desmoldamos y dejamos que se enfríe.
Mientras prepararemos el glaseado mezclando el azúcar glas tamizado junto con el zumo de limón.
Cuando el bizcocho este tibio lo bañamos con el glaseado y lo decoramos con unas cuantas semillas de amapola más.
Y a disfrutar cada bocado!
¡El bizcocho de limón es puro placer! Esponjoso, aromático y con un toque cítrico irresistible. Y qué mejor que prepararlo con aceite de oliva virgen extra, para un sabor más intenso y una textura perfecta.
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