Llego enero y con él los buenos propósitos.
A mi suele pasarme que empiezo los buenos propósitos cuando los niños empiezan el colegio. Porque entre el desbarajuste de las vacaciones y las sobras, léase el roscón y los turrones, se hace todo muy cuesta arriba.
Vuelta a colegio, contacto con positivo en la clase y su respectivo confinamiento, dentistas, materiales, trabajo, casa, menús .... argggg
Así que entre una cosa y la otra el mes de enero se pasa volando.
Y una de las cosas que intento es no complicarme demasiado en la cocina.
Ésta es una de esas recetas que a nosotros nos encanta por rápida, por sabrosa y rica. Y además sana!!
Si os apetece, tomad nota
Ingredientes para dos personas:
Un bote de lentejas cocidas
2 tallos de kale
1 cebolla
2 ajos
1 ó dos huevos por persona
pan tostado
Pelamos y picamos finamente la cebolla y los dientes de ajo y los pochamos en una sartén con dos cucharadas de aceite hasta que tengan un color dorado.
Quitamos los troncos centrales del kale y los nervios que veamos más gruesos y lo picamos en juliana.
Añadimos a la sartén y salteamos unos tres minutos.
Incorporamos las lentejas lavadas y escurridas a la sartén y salteamos un par de minutos más. Salpimentamos.
En otra sartén hacemos los huevos fritos. También podemos hacerlos a la plancha o poché.
A disfrutar!
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