Si estos rollitos de canela con glaseado de queso y sirope de arce no es un símbolo de amor, no se yo que es!!
Y es que ya antes de entrar al horno, ese olor a levado, o a la canela del relleno hace que la boca se te haga agua.
Pero una vez en el horno, aisss una vez en el horno.
El mejor ambientador para la casa sale de tu cocina!!
Quieres ambientar tu casa y de paso probar esta maravilla de pollitos??? Toma nota!!
Ingredientes:
25 g de levadura de panadero
60 ml de agua tibia
30 g de azúcar moreno
120 g de mantequilla
125 ml de leche caliente
1 huevo
125 gr de azúcar
450 g de harina
Para el relleno:
100 g mantequilla a temperatura ambiente
60 g azúcar moreno
1 1/2 cucharadas de canela en polvo
Para el glaseado:
200 g queso crema a temperatura ambiente
100 g de mantequilla a temperatura ambiente
2 cucharadas de sirope de arce
1 cucharada de extracto de vainilla
1 cucharada de azúcar glas
25 gr de mantequilla para pincelar los rollos
En un bol pequeño ponemos la levadura y el azúcar moreno. Agregamos el agua tibia y lo dejamos reposar hasta que la levadura esté esponjosa (más o menos unos diez minutos).
Transcurrido este tiempo le añadimos la mantequilla derretida, la leche tibia y el huevo y lo removemos hasta que esté totalmente ligado.
Añadimos la harina y la sal y amasamos hasta que nos quede una masa lisa y suave.
Formamos una bola con nuestra masa, aceitamos un bol grande, introducimos la masa y lo tapamos con papel film (también aceitado) durante más o menos una hora, o hasta que haya doblado su tamaño. Es aconsejable dejarla reposar en un sitio tibio donde no haya corrientes de aire.
Engrasamos nuestro molde.
Cuando la masa ya haya levado, la descalificaremos en el bol (la apretamos con la mano para que suelte el aire).
Enharinamos la superficie sobre la que vayamos a trabajar y disponemos la masa. Con la ayuda de un rodillo vamos estirando, dándole forma rectangular.
Extendemos sobre la masa la mantequilla a temperatura ambiente, la canela y el azúcar moreno. Dejando un borde de dos o tres centímetros sin untar para que luego sea fácil de cerrar.
Desde uno de los laterales más largos vamos enroscando la masa sobre si misma. Sin necesidad de apretar demasiado. Para sellar el churro, mojaremos con un poco de agua el trozo que hayamos dejado sin relleno y cerramos.
Con un cuchillo bien afilado vamos haciendo rodajas de unos dos o tres dedos de ancho. Me salieron 12, pero si quieres puedes hacerlos más grandes.
Disponemos nuestros rollos en el molde que teníamos reservado, dejando un espacio entre cada uno de ellos, ya que crecerán.
Los tampamos con un trapo limpio y los dejamos levar otra vez hasta que doble su tamaño.
Ponemos a precalentar el horno a 180 grados, calor arriba y abajo.
Pincelamos nuestros rollos con la mantequilla (con mucho cuidado) y los llevamos al horno durante unos 30 minutos o hasta que estén dorados.
Mientras que nuestros rollos estén en el horno, aprovecharemos para preparar nuestro glaseado. En un bol Ponemos el queso crema, la mantequilla, el azúcar glas, el sirope de arce y el extracto de vainilla y batimos bien hasta que quede una crema suave y lisa.
Sacamos los rollos del horno y los dejamos entibiar. Cubrimos los rollos con el glaseado y ... a disfrutar!
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