Bizcocho marmoleado

 

Esta es una de esas recetas viejunas. Bizcocho marmoleado, ya suena a poco moderno. 

Pero que queréis que os diga, es uno de mis bizcochos favoritos. Es una de las recetas, junto al bizcocho de yogurt, con las que empecé en la cocina. Así que está cargada de recuerdos. De bizcochos quemados o hundidos. En definitiva recuerdos de aprendizaje. 

Como siempre digo este blog es un recopilatorio de todas las recetas que hago en casa, así que este bizcocho se merecía estar aquí. 

Es un bizcocho al que le he ido reduciendo azúcar porque tampoco creo que sea necesario que esté tan dulce. A nosotros nos gusta así, si lo queréis más dulce aumentar la cantidad de azúcar. 

Toma nota si quieres probarlo,

Ingredientes: 

250 g de harina 

200 g de azúcar 

5 huevos a temperatura ambiente

120 ml de leche 

150 g de chocolate para postres

50 gr de mantequilla 

1 pizca de sal 

1 cucharada de esencia de vainilla 

8 g de levadura en polvo 

Troceamos el chocolate y la mantequilla y lo ponemos en un bol pequeño. Lo llevamos al microondas, en intervalos de un minuto, hasta que se haya derretido. Reservamos. 

Forramos con papel de hornear un molde rectangular, el mío es de 20 cm. y reservamos. 

Precalentamos el horno a 180 grados. 

Empezaremos por separar las claras de las yemas. Montamos a punto de nieve las claras. Nada más que empiece a espumar le añadimos una pizca de sal. Y cuando empiecen a montar añadiremos la mitad del azúcar, y seguimos batiendo hasta que las claras estén totalmente montadas. Si le das la vuelta al bol las claras no tienen que moverse. 

En el bol de las yema añadimos la esencia de vainilla, el resto del azúcar y la leche y mezclamos bien con las varillas. Cuando empiece a llenarse de espuma añadimos la harina y la levadura tamizándola. 

Seguimos mezclando hasta obtener una mezcla homogénea. 

Ahora iremos incorporando poco a poco las claras. Lo haremos con una espátula de silicona y con movimientos envolventes para no perder todo el aire que le hemos dado a las claras. 

Cuando esté todo integrado dividiremos la masa en dos boles diferentes y a uno de ellos le añadiremos la mezcla de chocolate y mantequilla que hemos preparado al principio de la receta. 

Recuperamos nuestros molde y vamos añadiendo nuestras masas alternando los sabores. 

Cuando esté lleno y con la ayuda de un palillo largo mezclamos un poco para crear los bonitos espirales que se verán luego cuando cortemos el bizcocho. 

Horneamos durante 60 minutos, con calor arriba y abajo. Tendrás que ir controlando el punto de cocción con la ayuda de un palillo, ya sabes que cada horno es un mundo. 

Cuando ya esté perfectamente horneado, lo sacaremos del horno y transcurridos diez minutos desmoldamos y lo pasamos a una rejilla para que acabe de enfriarse. 

Y ahora a disfrutar!!