Me encantan los platos con sabores orientales, pero no se porque hasta hace bien poco no me había lanzado nunca a hacerlos.
Era una cocina totalmente desconocida para mi. Pero poco a poco empecé a probar pequeñas recetas: fideos, rollitos de primavera, arroces... Y luego llegó el sushi. Desde ese momento me di cuenta que no iba a parar, y que no hay límite para seguir aprendiendo.
Esta es una receta que no había probado nunca, es más creo que el miso solo lo había probado en la sopa. Era para mi un gran desconocido. ni siquiera sabía que estaba hecho de semillas de soja y sal marina fermentada con un hongo.
El miso le da un gusto tan delicado al pollo, que tenéis que probarlo.
Tomad nota!
Ingredientes para el pollo:
4 pechugas de pollo
60 ml de mirin (vino de arroz japonés)
90 gr de pasta de miso blanco
1 cucharada de aceite de sesamo
1 cucharada de salsa de soja
2 cucharadas de azúcar moreno
1 cucharada de vinagre de arroz
sal y pimienta
En un bol grande añadimos el mirin, el aceite de sésamo, la salsa de soja, el azúcar moreno y el vinagre de arroz. Mezclamos bien.
Lavamos y secamos las pechugas. Salpimentamos las pechugas y las llevamos al bol con nuestra salsa.
Las dejamos macerar media hora en la nevera.
Precalentamos el horno a 220 grados.
En una bandeja ponemos el pollo y echaos por encima el resto del adobo. Lo horneamos durante unos treinta minutos hasta que esté doradito por encima.
Ingredientes para los fideos:
1 paquete de fideos al gusto
1 cebolla
1 calabacín
1 zanahoria
2 cucharadas de aceite de sésamo
2 cucharadas de salsa de soja
Ponemos a hervir agua y hacemos los fideos siguiendo las instrucciones del fabricante.
Pelamos y cortamos en juliana la cebolla y la llevamos a pochar en una sartén con un par de cucharadas de aceite de sésamo.
Pelamos y cortamos el calabacín a tiras finas. Lo añadimos a la sartén junto con la cebolla.
Pelamos y cortamos la zanahoria a tiras finas y lo añadimos a la sartén junto con la cebolla y el calabacín.
Cuando las verduras estén tiernas añadimos los fideos y los salteamos. Añadimos un par de cucharadas de soja.
Apartamos del fuego y reservamos hasta que emplatemos.
Ahora solo tenemos que montar el plato con los fideos y el pollo y espolvorearlo con semillas.
A disfrutar!!
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